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miércoles, 29 de mayo de 2013

Exposición Williams

De acuerdo con María Luengo Cruz hay ciertas pautas observables en las escuelas enfocadas al contexto, distingue cuatro: racionalistas, idealistas, colectivistas e individualistas. Entre estas pautas puede haber combinaciones, como en el caso de Raymond Williams quien con sus ideas apunta a la posibilidad de revertir el canon del arte a través de subculturas o la democratización de la cultura por medio de las subculturas.
A grandes rasgos las ideas de Williams acerca de los estudios culturales incluyes varias definiciones y redefiniciones de ciertos conceptos como el de masa, considerado a menudo peyorativamente, como prejuicio, de ahí que un gobierno de masas suene como el “imperio de la bajeza o la mediocridad”. Esto también viene en conjunción de que la masa siempre es el otro y a la vez somos constantemente masificados por otros. Para Williams la masa es la mayoría quitando toda noción de populacho, a este respecto se profundizará más adelante.
Otro punto interesante es la comunicación masiva, donde los medios de comunicación se encargan de moldear las opiniones del público, a menudo con medios y fines cuestionables. En ese sentido los medios de comunicación son impersonales, transmiten antes que comunicar pues se trata de una emisión unidireccional y son peligrosamente cercanos a la manipulación. De esta idea derivarán la fuente y el agente, los cuales se aclararán después.
También está la idea de la cultura como una constelación de actividades, formas de disposición de la energía humana, es un sistema significante a través del cual necesariamente un orden social es comunicado, reproducido, experimentado y explorado.  No hay pues una alta cultura, del mismo modo que no todas las prácticas culturales son esencial o enteramente discursivas.
Williams ve la cultura como procesos y prácticas sociales, enraizada en las relaciones materiales sociales (económicas, políticas, sexuales, educativas, etc.), para una mayor comprensión de estas relaciones se deben contextualizar históricamente con el fin de conocer la ideología y las políticas de las sociedades divididas en clases. Los estudios culturales por ende deben indagar en la naturaleza y la función del estado.
En resumen el proyecto de los estudios culturales es llevar a tanta gente como sea posible, la dimensión del conocimiento humano y social, promover la democracia genuina. En otras palabras este proyecto va hacia la producción de conocimiento practicable para propiciar una interacción participativa, novedosa y democrática entre las diversas comunidades con sus experiencias históricas específicas. Una meta a lograr a través de la extensión de la educación pública y el control público de todos los medios de comunicación. Una transformación radical de la sociedad que promueva valores democráticos. En resumen, la crítica de los estudios culturales tiene como objetivo movilizar la voluntad ética y política de cada uno en un organismo de intervención transformativa.
Cultura y sociedad, es una de las obras más importantes de Raymond Williams pues en esta se resume el pensamiento del autor en torno a los Estudios culturales, principalmente, aborda la cuestión de la cultura de masas y su papel en la sociedad. Cultura y sociedad fue publicada en 1958. En ésta, Williams revisa el desarrollo histórico que han tenido tres factores sociales: industria, democracia y arte, desde el s. XVIII, con la Revolución Industrial, hasta mediados del siglo XX en Inglaterra.
En el desarrollo industrial, su historia va de la introducción de la máquina a la vida laboral. Al principio, hay un miedo de la sociedad a la introducción de la máquina en el ámbito laboral porque dicho evento es desconocido;la segunda etapa se caracteriza por el  rechazo y finalmente, se acepta la máquina y la industria como inevitables.
En lo político, Willimams lo aborda como ligado a la Revolución y al fin de los privilegios. La segunda etapa es el bien común contra el individual (socialismo), y, por último, temor de las minorías al poder de masas.
Con respecto al arte: en principio, lo individual repercute en lo social. El artista es visto como un ser único que posee el don de la inspiración. (Idea romántica). Después surge una élite artística que se aparta del común de la gente, perdiendo así su valor social y se aísla porque hay un desencanto del artista ante la industria que comienza a cosificar todo. Por último, se lucha por reintegrar el arte a la vida común. Williams señala que el desarrollo de estos tres factores está ligado pues se encuentran en comunicación constante. Por ende, las etapas de transformación del arte se corresponde con las de la industria y la política.
Las etapas de estos tres factores pueden resumirse, primero como una idea utópica que está contra lo novedoso o le teme

Después de reconstruir el panorama histórico de cada uno de los mencionados factores, Williams analiza el concepto de masas:
En concepto de masa y masas.
Esta última define al populacho desde tres tendencias: el hacinamiento, crecimiento de la población en fábricas y el desarrollo de la clase obrera organizada (comunismo). Está ligado a las ideas, estereotipos como la credulidad, inconstancia, rebaño, bajeza. De esa manera, las masas son vistas como una amenaza a la cultura y a la democracia, pues se ve el riesgo de que las masas se apropien de algo que no sabrán apreciar y que hagan un uso indigno de ello como es el arte.
Sin embargo, Williams propone que las masas no existen sino que es una construcción mental del yo que siempre ve al otro como parte de las masas, nunca a sí mismo. Esta falta de reconocimiento entre el yo y el otro, no como parte de las masas sino también como yo, según el autor tiene un fin de explotación político y cultural. Que sugiere que es mejor conservar el poder (político - cultural) en pocas manos (el yo), en lugar de dejarlas en manos del otro (las masas, el populacho, la gente ignorante). Sin embargo, las masas somos todos desde el momento en que consumimos.

Arte de masas vs arte

Williams observa el fenómeno del arte de masas y señala que si bien está dirigido a éstas, no está controlado ni manipualdo por ellas. Aquí introduce dos términos: agente/fuente. El agente tiene la función de producir arte para las masas y hacerles pensar lo que a las clases en el poder les conviene. Además su interés está puesto en lo comercial.
Williams también llama la atención en la importancia que se le da a lo escrito, lo literario, pues lo escrito, crea la idea en sus consumidores (los lectores) de que ése es el único medio para adquirir el valor estético, y los consumidores piensan que los demás deberían adquirir libros. Williams propone que los consumidores deben romper con esa idea falsa y adaptarse a las nuevas formas de cultura como la cultura de masas.
De ese modo, Williams señala que lo que se conoce como cultura, en realidad, es la reproducción de la nueva clase ascendente o el producto de las actividades de ocio de la antigua burguesía. Entonces, dentro de la sociedad, dice Williams, la cultura divide a las clases pues existe una cultura de consumo para las clases altas y otra para las masas o culturas subalternas.
Frente a la problemática de la cultura, Williams propone una democratización de la misma, en la que se borre la división de cultura de élite y de masas, y exista una igualdad de posibilidades y de juicios estéticos. Para lo cual, la idea burgués individualista debe cambiar por la de grupo, idea propuesta por la cultura obrera, socialismo, que se vio reflejada en la creación de sindicatos, periódicos, etc. La cultura obrera luchó por crear una verdadera democracia. Sin embargo, la “solidaridad” con fines culturales se enfrenta a dos problemas:
-   La importancia que la sociedad consumista da a la habilidad del individuo. Entonces, la habilidad desplaza al individuo, definiéndolo. Esto se encuentra ligado a la idea de éxito en la sociedad.
-   La posibilidad de disentir, de pensar diferente al grupo, lo que a veces se entiende como traición al grupo y a su causa.

Sin embargo, si se consigue superar estos problemas, la sociedad se convertiría en una cultura valorada, donde habría libertad y comunión. Pero para alcanzarlo, dice Williams, es necesario el análisis de las palabras y el discurso donde están insertas, su significado, la realidad que muestran y a la que pertenecen.


Metodología:

             Productor (Códigos lingüísticos y culturales, editorial, editor, historia personal, campo cultural, difusión).

             Consumidor (Códigos lingüísticos y culturales, modos de consumo)

             Contexto: ¿Soporte material, libro, cine? ¿Género literario? ¿Lugar de consumo? ¿Críticos, textos-comentarios?

             Obra: Dónde y cómo se establece-expresa la comunicación-expresión entre estos tres elementos.

           Conclusión: La manera en que estos cuatro elementos han expresado un arte democrático, liberal, conservador; un arte para masas, subculturas, elite; un arte con un mensaje humanista, socialista, post-moderno; un arte abocado a las formas (conservador) o al contenido (liberal).


miércoles, 24 de abril de 2013

Campo Literario


El proyecto de tesis en el cual trabajo incluye a varios autores, de entre los cuales he elegido a Heriberto Yépez para trabajar el concepto de Campo literario propuesto por Pierre Bordieau en su libro Las reglas del arte.  Heriberto Yépez nace en Tijuana Baja California en el año de 1974, es filósofo de formación y alumno del filósofo alemán radicado en México, Horst Matthai Quelle, entre cuyas influencias se cuenta la figura de Max Stirner. 
            Yépez actualmente se desenvuelve como escritor y catedrático en la Universidad Autónoma de Baja California desde 2001, además de ser psicoterapeuta, es uno de los escritores jóvenes (no pasa de los cuarenta años) que se desenvuelve en varios géneros literarios. En un principio conocí su obra investigando la ecopoesía (Gary Snider) y la etnopoética (Jerome Rothenberg), a través de uno de sus libros de ensayo, después leí su faceta como crítico, poeta, narrador y traductor del inglés, además de tener una columna en el diario Milenio llamada “Laberinto”. Generalmente se le inscribe dentro de la literatura de la frontera, también ha escrito en inglés y dado conferencias en varias universidades estadounidenses entre ellas Berkeley, Harvard, la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Arizona.
            Además de lo ya mencionado, parte de su acumulación de capital cultural y/o simbólico, son los premios que ha ganado en su trayectoria como escritor, entre estos se encuentran el premio nacional de ensayo “Abigael Bohórquez” (escritor sonorense, homosexual y hasta hace poco marginado), dicho premio lo otorga el Centro Cultural Tijuana (Cecut). También ganó el premio nacional de poesía experimental “Raúl Renán”, este premio surge en 1998 apoyado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes  y el Gobierno del Estado de Yucatán. Otro de sus galardones es el premio nacional de ensayo “Carlos Echánove Trujillo”, también de Yucatán. Además del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario Malcolm Lowry instaurado en 1986 por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el estado de Morelos. También participó en la última Bienal de Poesía Visual y Experimental  en México.
            Como se puede observar el capital cultural/simbólico de Yépez se ha ido construyendo desde la periferia, desde la provincia, desde la frontera y el “otro lado”. Uno de los reclamos o críticas que se han hecho acerca de su obra crítica, ensayística y de traducción es su apego a la obra de Jerome Rothenberg y en general a la poesía estadounidense a menudo acusándolo de “proyanki” a lo cuál Yépez ha replicado que muchas de estas propuestas critican lo criticado al “Imperio Yanki” por el resto del mundo, estas poéticas dan la palabra a los marginados, las mujeres, los negros, los indígenas, los chicanos. Además, claro está, representan la protesta hacia el régimen, el conformismo o el creciente poderío militar de Estados Unidos y la futilidad de las vidas de jóvenes americanos perdidas en guerras se ganara o se perdiera, la permanencia de la segregación racial y muchos más detalles presentes en la sociedad americana de posguerra.
            Dicho esto se tiene que la posición de Heriberto Yépez es la de un escritor fronterizo que ha hecho camino periféricamente, incluso optando por medios relativamente recientes como el blog, ya que se le ubica como uno de los primeros en usar estos medios y otros como la escritura urbana, lo cual se notó en su propuesta “poética contextual”. Con este camino hecho desde la periferia se posiciona como un pensador inusual o por así decirlo como portador de un punto de vista nuevo, descentralizado. Sin embargo bien posicionado.
En general sus publicaciones han circulado en la editorial de Conaculta y las secretarías de cultura de los diferentes estados donde se han ganado los premios, muchos de sus textos o partes de ellos circulan en sus blogs o en páginas electrónicas como UBU (portal que tiene una base de datos impresionante acerca del arte experimental del siglo XX). Su novela  “Al otro lado” fue publicada en Planeta. Además de su columna de opinión “Laberinto” en el diario Milenio, también publicó en la desaparecida revista Alforja.
Me falta desarrollar más este punto de sus publicaciones, pues de esa manera se puede observar con más detalle su movimiento en el ámbito literario. Aunque por el momento se puede decir que esta versatilidad de Yépez lo vuelve de cierto modo un autor vigente, no marginal aunque sí creo lo ubica como autor importante dentro de la literatura de la frontera.




martes, 16 de abril de 2013

Fundamentos de una ciencia de las obras (conceptos de Bordieau)


Conceptos clave[1]


En esta segunda parte  cuyo subtítulo es “algunas propiedades generales de los campos de producción cultural”, se mencionan las tres operaciones y niveles de la realidad social, correspondientes entre sí, para los estudios culturales se analiza en primer lugar la posición del campo literario, después la estructura interna del campo literario y por último la génesis de los habitus de los ocupantes de determinadas posiciones al interior del campo literario. Para estas operaciones habrá que tener claros ciertos conceptos que a continuación se enumeran.
Empezaré con el campo de poder, citando al mismo Bordieau, este campo es: el espacio de las relaciones de fuerza entre agentes o instituciones que tienen en común el poseer el capital necesario para ocupar posiciones dominantes en los diferentes campos (económico y cultural en especial). (320)
Ya que en este campo existe una tensión y una lucha simbólica, se establece una jerarquía entre las relaciones de los agentes e instituciones, algunas serán conservadoras del orden establecido y otras aspirarán a cambiar ese orden, pero con pretensión de conservar el nuevo orden.  Una primera jerarquía dentro de este campo es su dependencia respecto al público, el reconocimiento del público según su propia calidad social y cultural.
Otro concepto clave sería el nomos el cual se define como como un principio de visión y de división, imponiendo límites, los cuales van enfocados a la pertenencia al campo artístico. Así con estos límites se crea un monopolio legitimizador de la obra artística y de los artistas. Ante este monopolio es que surgen propuestas alternativas de agentes o instituciones fuera del monopolio  que incluye una nueva valoración de los productos culturales .
También está la Illusio definida como la condición del funcionamiento de un juego de la cual es parcialmente el producto. Estamos de nuevo ante juicios valorativos, auqnue en este caso es el campo, su orden establecido el que llevará a sus agentes a una distinción entre lo que es importante en las obras artísticas en contraposición con lo indiferente. Es decir que el valor de la obra de arte lo impone el campo de producción, a través de la valoración de los agentes, lo cual desemboca en ver a la obra de arte como fetiche. Es decir que primero se produce una creencia en el valor de la obra de arte y después se valida por medio de críticos, instituciones, historiadores, etc.
Al ser el campo una red de relaciones objetivas entre las posiciones de agente e instituciones, se puede hablar del concepto de revolución permanente en el campo artístico, para esto debe entenderse que como hay una lucha, hay posiciones, disposiciones y toma de posiciones. La oposición entre dominantes y pretendientes da pie a que en algún momento una parte de los agentes dominantes tomen posición distinta al orden establecido,una postura subversiva y en conjunto con pretendientes  y el público se da una revolución artística. Estas posiciones, mejor dicho estas relaciones tienden a estar en constante movimiento y en dar cierto dinamismo al orden establecido.
Por último menciono el concepto de la reflexividad e ingenuidad, este concepto se explica debido a que la autonomía de un campo de producción va acompañada de una reflexividad que supone un retroceso crítico, pues se cierra en sí creando una historia acumulativa del campo. Este concepto se relaciona con la ingenuidad cuando el campo crea un artista basándose en esta carencia de reflexividad, es decir cuando un individuo ajeno casi por completo a la historia del campo es valorado como un creador de arte puro, liberado entre comillas de las condiciones históricas.



[1] Estos conceptos fueron tomados de la segunda parte (Fundamentos de una ciencia de las obras) del libro de Pierre Bordieau Las reglas del arte

lunes, 18 de marzo de 2013

Un breve acercamiento postcolonial a la poesía visual en México


En una primera instancia relaciono más mi tema de tesis con la metodología de Raymond Williams, donde se atiende el productor, el consumidor, etc.; por otro lado la cuestión postcolonial aplicada a la poesía visual mexicana se me hace algo forzado. Aunque si se atiende a que de algún modo hay un dominado y un dominador, por decir, equiparables al colonizador y al colonizado, esta analogía recae inevitablemente en el canon, en la academia, en las mafias literarias.
                Me enfocaré en el canon mexicano, el cual regularmente se ha tachado de conservador, o por ejemplo en las críticas sudamericanas a la poesía reciente mexicana, he leído y escuchado que a la poesía mexicana le falta calle. Antes de continuar con el canon, me parece necesario describir a grandes rasgos la naturaleza de lo que se ha llamado “poesía visual”.  Para empezar se la ha clasificado dentro de otro grupo mayor llamado poesía experimental, resumiendo, lo que se entiende por poesía experimental es la poesía mezclada con otras expresiones artísticas, como la fotografía, la pintura, la arquitectura, el performance, o elementos propios de las nuevas tecnologías como el video o las computadoras. Es decir que estamos ante una expresión artística híbrida.
                Por otro lado, se ha tenido la idea de que lo “experimental” (entendido como híbrido), era lo nuevo, siendo esto una idea errónea, pues todas estas expresiones híbridas se pueden rastrear desde hace mucho tiempo, en el caso de la poesía visual, desde el siglo III a. de C., así mismo el performance, o en el caso de la época novohispana en México, bien se pueden mencionar los arcos triunfales, mezcla de arquitectura, pintura y poesía. Algo que sí es cierto es que estas prácticas habían caído en el olvido para cuando empezó el siglo XX, pero fueron recuperadas por las vanguardias artísticas como el dadaísmo, el futurismo, o el surrealismo por citar algunas. Después tendrán un nuevo impulso en los años cincuenta con la Poesía Concreta brasileña, y también por esos años está el Letrismo de Isidore Isou, o las denominadas contrapoéticas norteamericanas de segunda mitad del siglo XX que se extienden de finales de los años cincuenta hasta principios de este siglo, donde encontramos personajes como Laston Hughes, afropoeta quien introdujo técnicas musicales para escribir y fue el primero en interpretar poemas jazzeados en vivo, la generación beat, el verso proyectivo de Charles Olson (el contenido determinará la forma), el Black Mountain College (Jonh Cage), el Happening  de David Antin, lo chicano y lo nuyoricano, la Spoken Poetry, etc.
Lo común a estas contrapoéticas, es precisamente el contacto más cercano entre el poeta, el arte, y la sociedad, se echa a andar de nuevo el concepto de vanguardia cambiar la poesía para cambiar la conciencia. La poesía visual en general y en México a finales de los ochenta tiene esa carga social, evidentemente cuenta con la influencia tanto norteamericana como europea y brasileña.
Ahora bien, en México a partir de los años veinte José Juan Tablada introduce el Haikú y reaviva los caligramas, en ese momento se pueden observar dos tendencias, una experimental representada por Tablada y la otra, conservadora, representada por Ramón López Velarde quien critica estas formas de poetizar, del mismo modo la contienda siguió con los estridentistas y los contemporáneos. Dicho sea de paso, los estridentistas a pesar de integrar músicos y pintores como Diego Rivera, pierden por así decirlo, la lucha y serán los contemporáneos quienes instaurarán el canon, el cual será continuado hasta la fecha.
Sin embargo aparece la figura de Octavio Paz quien en un principio calificaba de meros divertimentos los trabajos de Tablada, pero en la década de los sesenta se ve atraído a los campos experimentales, probablemente por el éxito internacional de la poesía concreta. De esa manera se abre una pequeña brecha en el canon poético mexicano la cual duró poco tiempo y con pocos autores como Jesús Arellano, Ulises Carrión y Enrique González Rojo, por citar algunos. A pesar de esta etapa experimental de Paz, el canon que se instaura es el de la poesía discursiva o verbal (llamada así para distinguirla de la híbrida). De ese modo las obras experimentales de esos autores e incluso del mismo Paz, se consideran al margen de su obra literaria. Y es ahí donde creo que salta más a la vista que la calidad viene en función de una metodología de análisis, donde evidentemente la poesía visual resulta pobre en comparación con la poesía verbal. Así que otra metodología que dé cuenta no sólo de la parte verbal en el texto, sino también de lo visual, dará otros elementos a analizar como el punto tipográfico, la textura, la forma, el marco, el ethos, el ritmo, la temporalidad, el contraste plástico, tropos, interpenetraciones y emparejamientos, es decir, la retórica visual, de esa manera se estará en condiciones de revelar esa calidad, ese trabajo formal minimizado por el canon literario y académico. Aunque claro hay textos que anulan por completo la palabra a su interior y que insisten en insertarse dentro de esta poesía híbrida, pero esa es cuestión para otro momento.
Dentro de la perspectiva colonialista, se tiene a un colonizador, en este caso diré que es el canon que rige y fija las normas de apreciación artística, por así decirlo funge como una identidad pura, exclusiva y que entiende lo literario como lo puramente verbal, sin embargo ya ahí hay una contaminación o mezcla con el aspecto visual, ya que la literatura en algún momento de la historia comienza a relegar el aspecto oral en su producción y difusión, privilegiando el canal visual por medio de la lectoescritura.
Así pues, se tiene de un lado en el papel de subalterno o subordinado a la poesía visual, híbrida, experimental aunque no novedosa, y con carácter comprometido socialmente; por el otro lado se tiene un canon riguroso, purista y que dentro de sus omisiones se encuentra la literatura comprometida, a menudo etiquetándola de panfletaria. Creo que más opuesto no podría parecer esto, sin embargo, si se observa históricamente el recorrido de la poesía, se ve que estos aspectos son complementarios, o mejor dicho forman una especie de ciclo, pues la poesía experimental, al menos en el siglo XX aparece en momentos de crisis y para no olvidar el fuerte vínculo entre arte y sociedad.
Observando bien esta situación, podría aventurar que la poesía visual se mueve en el concepto de tercer espacio de Bhabha, aunque no es que anule la tensión con la hibridez pues esa es la razón de su segregación, pero sí cuestiona o deconstruye sus elementos. 

Observaciones al Postcolonialismo




Las siguientes observaciones parten de los artículos de Marjorie Perloff, Anthony Easthope y Feston Kalua. [1]  De manera sintética creo que se pueden resumir las observaciones en los siguientes puntos:
·         La visión postcolonial de Bhabha es ahistórica.
·         En cuanto a la hibridez, se tiene que Bhabha es tajante pues para definir lo híbrido se basa en la identidad/no identidad pero a la vez hace caso omiso a la multiculturalidad que viene siendo una forma híbrida. Para esta visión o se es colonizado o colonizador, es decir, se parte de una identidad pura, que dicho sea de paso no existe.


[1] Cultural liminality/aesthetic closure? The “interstitial perspective” of Homi Bhaba; Bhaba, hybridity and identity y Homi Bhabha’s Third Space and African identity , respectivamente.

lunes, 25 de febrero de 2013

Signos tomados por prodigios






"Signos tomados por prodigios"  Homi K. Bhabha:




  1. La gran importancia de la relación lenguaje-realidad.

  2. La enunciación (el discurso), aparte de ser un acto histórico, lleva siempre una intención política.

  3. Dentro de la enunciación, la presencia colonial aparece como original y autoritaria para reproducir su esquema, a la vez que también se presenta como repetición y difrencia, generando un desplazamiento (Entstellung).

    Originalidad y autoridad - repetición y diferencia.

    Hibridez.

  4. El estereotipo es una forma de dominación.

  5. La transparencia discursiva es como un negativo fotográfico: sujeto a reproducción y manipulación (inversión, ampliación, iluminación, recorte, proyección, refracción de luz). Desde el mismo instante de tomar una foto, se hace un proceso de manipulación y/o discriminación, se elije la luz a mostrar.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Un acercamiento a la perspectiva de Consumidor en la propuesta de Raymond Williams



Desde el ámbito del consumidor planteado en la metodología como dilema en la propuesta que Williams aborda en los conceptos de “solidaridad” y “servicio”, donde los conceptos de desaparición de “un desafío entre estas dos culturas, alta y baja, elitista y de masas, en una verdadera sociedad democrática”[1], en el que se plantea la posibilidad de una igualdad de posibilidades y de juicios estéticos hacia la democratización de la cultura, este planteamiento busca realizar un cambio: “el ideal burgués individualista (sube la escalera del éxito) debe cambiar (remover escalera y subir en grupo)”[2]. Si bien es cierto que esta aportación ha sido realizada en gran medida por la cultura obrera durante el siglo XIX, ya que paralelamente el movimiento obrero creaba grandes obras de solidaridad: sindicatos, periódicos, etc. eventos que precisamente nos remiten a visualizar los aspectos que nos sitúan en el entendimiento que fue precisamente esta clase social quien impulsó la creación de una cultura solidaria y social.
Enfocándonos en el consumidor de Williams en Hispanoamérica, consideramos que no hay una gran variación con los consumidores europeos o estadounidenses, es decir que básicamente la academia literaria de corte cultural, la política, la sociológica o la antropológica, es el principal consumidor. No se descartan otros consumidores como por ejemplo los intelectuales o aquellos de tendencia marxista, progresista o de izquierda, pero encontrar este tipo de consumidores fuera de la academia es un tanto difícil. En este sentido, como afirma María Jimena Montaño “para reconstruir el armazón de la recepción no basta con los textos; puesto que la recepción de sistemas de pensamiento o creencias nunca es pasiva, sino que es en el proceso mismo de ‘nacionalización’ y adaptación donde se produce el conocimiento”[3], por ello, entendemos como fundamental visualizar las dinámicas de apropiaciones selectivas que cada grupo social hace del conocimiento y de la información. De aquí que cobren una vital importancia aquellas instancias o sujetos que se han dado a la tarea de difundir y traducir ideas “de fuera” en el ámbito local.
Así mismo María Jimena Montaño afirma que “las revistas intelectuales o culturales, en tanto publicaciones periódicas deliberadamente producidas para generar opiniones dentro del campo intelectual, cumplen un papel clave en la enunciación de discursos y por lo tanto, son un espacio privilegiado para estudiar la articulación de los discursos de un grupo, al constituirse estos como “lugares” desde los cuales los intelectuales producen, debaten y problematizan ideas”[4]; en este sentido, nos resulta un factor importante el estudio de dichas fuentes ya que esto hace posible visualizar los aspectos fundamentales en los ámbitos ideológicos y en las propuestas políticas de determinados grupos intelectuales. Si referimos así mismo que dichos espacios editoriales o fuentes culturales generalmente se convierten en el órgano de expresión que de manera velada expresan una agenda cultural en donde sus contenidos heterogéneos cuentan con un alto grado de impregnación para los discursos y su estudio, esto permite explorar la discusión de los referentes teóricos ahí establecidos.
Sin embargo, el compendio de obras de Williams no se limita a lo académico o a lo cultural, éste es un aspecto no muy conocido, puesto que dentro de sus obras podemos encontrar las novelas Border Country  y The Fight for Manod, por mencionar algunos trabajos más. Aun así es menos conocido por sus obras literarias que por los estudios culturales, a pesar de que su pensamiento cultural se relaciona con sus novelas. A pesar de ellos, el consumidor no sufre un cambio significativo.
El punto central es que el consumidor (académico) de Williams, como de cualquier otro teórico, no es pasivo, pues aplicará sus ideas, las criticará, las divulgará o llegará hasta a refutarlas, esto por medio de artículos, conferencias, libros y toda la producción académica. En el caso de Hispanoamérica se pueden encontrar ejemplos muy concretos, como es el caso de la revista argentina Punto de Vista, creada en 1978 con el ribete de revista de “disidencia cultural”, contra la dictadura militar. Citando a María Jimena Montaña en su artículo La recepción de Raymond Williams en la Revista Punto de Vista: un retorno al sujeto, la historia y la experiencia, se tiene que: La lectura y difusión de Raymond Williams había comenzado a mediados de los años setenta y continuaría en el marco de la dictadura de militar inaugurada en 1976. De tal modo, hasta aproximadamente el 82, los jóvenes provenientes de la izquierda revolucionaria, hicieron una productiva e intensa lectura de Williams, en paralelo con las lecturas de Hoggart, Rama y Cándido[5].
Otro ejemplo de la recepción y el consumo de Williams y la producción a partir de sus ideas, también en Argentina es el libro Para leer a Raymond Williams de María Elisa Cevasco, de este texto Iciar Recalde dice: Concebido inicialmente como Tesis de Libre Docencia en Letras y presentado como uno de los primeros estudios sistemáticos en torno a Williams producido en América Latina, Cevasco se propone trazar en el capítulo inicial de su trabajo el estado de la cuestión de la discusión williamsiana en su ámbito de pertenencia –pocas traducciones y escasa difusión– como punto de partida para exponer el itinerario de la producción crítica y las discusiones suscitadas en torno a la extensa obra de Williams en Inglaterra y Estados Unidos –curiosamente, el ámbito crítico latinoamericano está ausente en su recorrido– desde distintas vertientes teóricas pero, sobre todo, haciendo hincapié en los debates suscitados en el seno mismo de la tradición intelectual en la que Williams se inscribe: el marxismo, donde de acuerdo con la escuela de Frankfort no es la conciencia de los hombres la que determina su comportamiento, sino el comportamiento social lo que determina su conciencia, partiendo de este supuesto los productores elaboran una teoría en la que la literatura se manifiesta como una forma peculiar que adopta la contradicción dialéctica y la lucha de clases. Según la escuela de Frankfurt es en el lugar del arte y la literatura donde puede resistirse con mayor eficacia la dominación de la sociedad totalitaria y sus mecanismos de enajenación e ideologización de los discursos. El marxismo estructuralista sostiene que los individuos no son agentes libres sino portadores de posiciones determinadas por el sistema social, también que las estructuras significantes son históricos, cambiantes y cargados de contradicciones. Desde este principio podemos proponer que el consumidor (cuyo término -consumidor- ya es una posición enajenada) se debe platear a través de la obra el principio esperanzador de liberarse así mismo.
La conclusión de Cevasco en torno a la recepción de Williams puede exponerse sintéticamente: falta de compromiso por parte de la crítica, lecturas sesgadas, tratamientos superficiales, análisis truncos producto de la ortodoxia académica y de cierto dogmatismo de los estudios culturales, olvidos selectivos y apropiaciones indebidas de su legado. Este panorama desolador es de alguna manera el puntapié que legitima la necesidad de volver a leer la producción williamsiana para recolocarla en el espacio de criticidad que le corresponde: en tanto su teoría materialista de la cultura posibilita el análisis de los mecanismos y dispositivos de la dominación cultural y social como espacio de la hegemonía y del poder de clase burgués[6]. Finalmente, como hemos mencionado anteriormente el consumidor de Williams es fundamentalmente académico, además de ser reproducido por su mismo consumidor.




[1] Consultado en http://criticametaliteraria.blogspot.mx/
[2] Consultado en http://criticametaliteraria.blogspot.mx/
[3] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[4] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[5] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[6] En “María Elisa Cevasco, Para leer a Raymond Williams” de Iciar Recalde en el libro “En torno a los estudios culturales” Nellye Richard (editora), versión digital disponible en  http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/numeros/numero-11/6-maria-elisa-cevasco-por-recalde.pdf

viernes, 15 de febrero de 2013

Edward Said y el Orientalismo


En las fuentes consultadas, los autores coinciden en remarcar que Said parte de las ideas de Michel  Foucault, Raymond Williams, Antonio Gramsci y Adorno entre otros. Dentro de sus aportaciones se mencionan las siguientes:

  1. Impulsar las investigaciones sobre las relaciones entre cultura moderna y colonialismo.

  2. Propone una visión del intelectual como apoyo a la libertad de expresión y opinión, con la lucha contra las tendencias fundamentalistas contemporáneas (por ejemplo las raciales, nacionalistas, imperiales, etc.) como eje.

  3. En palabras de José Antonio Figueroa, tomadas del artículo  "EDWARD SAID, LA PERIFERIA Y EL HUMANISMO, o tácticas para trascender el posmodernismo" : Quizás uno de los mayores legados del humanismo de Said,de ese humanismo proveniente de las luchas anticoloniales del siglo veinte, sea el reconocimiento del carácter transitorio de las fijaciones territoriales. A su vez, el reconocimiento de esa transitoriedad quizá permita comprender que los seres humanos –todos, sin excepción– puedan dudar legítimamente de las adscripciones a un territorio o a una tradición. Quizá permita imaginar la legitimación del carácter nomádico de los hombres modernos y desmontar las fronteras territoriales y culturales que fijan los límites de las migraciones posmodernas.

  4. Creo que otra de las aportaciones es la del concepto de "Mundanidad", que entiendo consiste en dejar de ver al texto como un objeto aislado y contextualizarlo política, histórica y socialmente, pues finalmente es producto de esas circunstancias.
Dentro de la visión de Said se encuentran varios conceptos, de los más importantes Kamal Cumsille en  "Orientalismo, Cultura e Imperialismo" ofrece una versión muy sintética: 

La relación entre Orientalismo, Cultura e Imperialismo, la podemos explicar de la siguiente forma. Tenemos un discurso, el Orientalismo, que crea una imagen sobre Oriente, que fija los límites de lo verdadero en cuanto a lo que se diga, se escriba o se piense sobre Oriente. Este discurso se encuentra presente en la mayoría de los textos eruditos y clásicos de la cultura europea moderna, los cuales han pasado a la historia -para los europeos y para nosotros- con su valor de obra trascendente, como parte de lo mejor de la cultura europea, y desligados de su cotidianeidad, cual era, el imperialismo. Estos textos eruditos han sido creados por –y a la vez han recreado el discurso hegemónico del Orientalismo, marcado por el estereotipo de la imagen occidental creada sobre Oriente. Sin embargo, en la medida en que éstos son considerados como obras que trascienden su época y son desenmarcados de su mundanidad, las afirmaciones de contenido orientalista son, casi siempre, aceptadas sin cuestionamiento alguno del porqué en determinada época tal autor dijo cuál cosa. Este tratamiento de los textos repercute en las relaciones de dominación entre una cultura y otra, puesto que el estereotipo permanece vigente, siendo el que, a fin de cuentas, da pie para justificar tal dominación. En referencia a esto, es que Homi Bhabha identificará a la fijeza como construcción ideológica de la otredad, y al estereotipo como estrategia discursiva mayor del colonialismo. “Un rasgo importante del discurso colonial es su dependencia del concepto de «fijeza» en la construcción ideológica de la otredad. La fijeza, como signo de la diferencia cultural/histórica/racial en el discurso del colonialismo, es un modo paradójico de representación: connota rigidez y un orden inmutable así como desorden, degeneración y repetición demónica. Del mismo modo el estereotipo, que es su estrategia discursiva mayor, es una forma de conocimiento e identificación que vacila entre lo que siempre está en su lugar, ya conocido, y algo que debe ser repetido ansiosamente…” [14].

Para quien quiera profundizar en el tema dejo los siguientes enlaces de artículos y evidentemente de los textos canónicos de Said.


 Y si alguien quiere un video algo extenso pues aquí les dejo Memory, inequality, and power: Palestine and the Universality of Human Rights, una conferencia de Said en Berkeley, el año de 2003, año en el que fallece.



Fuentes: 

Claudia Zapata Silva "Edward Said y la otredad cultural" http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-04622008000200005&script=sci_arttext

Kamal Cumsille "Orientalismo, Cultura e Imperialismo. (En torno a Edward W. Said)" http://www.hojaderuta.org/ver_articulos.php?id_texto=76&id_revista=13

José Antonio Figueroa "EDWARD SAID, LA PERIFERIA Y EL HUMANISMO, o tácticas para trascender el posmodernismo" http://www.flacso.org.ec/docs/figueroa18.pdf


Fernández Buey, F. “La contribución de Edward Said a una tipología cultural del imperialismo”  http://www.upf.edu/materials/fhuma/filpol/docs/tema1/txt/said.pdf


Por si quieren los textos de Said:



martes, 12 de febrero de 2013

Cultura y sociedad


Las siguientes consideraciones están basadas en la conclusión del texto Cultura y sociedad 1780-1959 De Coleridge a Orwell escrito por Raymond Williams. Algunos conceptos no fueron desarrollados al interior de los puntos pues a mi parecer, están presentes sintéticamente o aludidos.

La conclusión de Williams es encaminar los esfuerzos hacia el desarrollo de una cultura común, antes de explicarla es necesario abordar ciertas consideraciones, que a continuación enumero:

  1. La conservación o eliminación de tradiciones sin antes repensarlas de un modo práctico, citando a Williams: Lo que recibimos de la tradición es un conjunto de significados, pero no todos ellos conservarán su significación si, como es preciso que lo hagamos, los devolvemos a la experiencia inmediata. (246)
  2. Uno de estos significados es el de "masa", aplicado en general con un sentido peyorativo, para designar un grupo de personas manipulables, de mal gusto e inconstantes.  Ciertamente la "masa" es un ser indefinido que nunca engloba al observador o el pensador, que siempre se excluye de la masa, siendo que no hay masas, sino formas de ver la gente como tales y a la vez todos somos masa. 
  3. Del concepto anterior se desprende el de la comunicación masiva, la cual para Williams sería más apropiado llamar transmisión múltiple pues no se da una respuesta en esa comunicación, es más bien un discurso unilateral. A menudo este discurso obedece a agencias con intenciones particulares que no son reguladas en comunidad, o en palabras de Williams: Cualquier negación práctica del vínculo entre convicción y comunicación, entre experiencia y expresión, es moralmente nociva tanto para el individuo como para el lenguaje común. (251)
    De esta manera se relaciona también la creación de una cultura popular por medio de los medios masivos de comunicación. Pero también está la intolerancia o el deseo de hacer prevalecer una norma frente a la masa, es decir, de dividir.
  4. Un punto importante es el de la igualdad de ser y la desigualdad necesaria en distintos aspectos para una vida dinámica y saludable. Entender esta idea es la base de una cultura común y sobre todo de la solidaridad.como fundamento real de una sociedad.
  5. Por último el desarrollo de la solidaridad para la sociedad presenta dificultades, por ejemplo el alcanzar diversidad sin generar separación
A grandes rasgos Williams apunta a la diversidad y la democracia con miras al desarrollo o crecimiento natural de una sociedad y su cuidado.

martes, 5 de febrero de 2013

Contribuciones de Raymond Williams

Las siguientes líneas están basadas en el artículo Raymond Williams and the Idea of  Cultural Revolution publicado por E. San Juan, disponible para su consulta en http://www.jstor.org/stable/25112456 




  1. La idea de cultura como un conjunto de procesos y prácticas sociales, fundamentadas en las relaciones sociales materiales -economía, política, cultura y el dominio de la reproducción social- siendo este el principio o paradigma de cualquier acercamiento progresivo.
    De hecho una de las definiciones de cultura, además de como una constelación de actividades es la de la cultura como un sistema significante a través del cual un orden es comunicado, reproducido, experimentado y explorado.
    Además se enfatiza la presencia del observador como punto de referencia en la mirada crítica, concentrándose en la organización de las relaciones al interior de la cultura.
    Por otro lado y para finalizar este punto en el cual me estoy extendiendo es que Williams define dos usos de la experiencia: primero, la experiencia previa como lecciones reflexionadas, analizadas y evaluadas; segundo, la experiencia presente como fondo inmediato y auténtico para todo razonamiento y análisis. De esta manera contrapone dos nociones de “experiencia”, una asociada con la experimentación y la innovación, con un conocimiento pleno y activo, la otra noción, con la cual contrasta es la de la “experiencia” como producto de las condiciones sociales o sistemas de creencia y percepción que necesitan ser sometidos a prueba.


  2. La historización o mejor dicho la contextualización histórica de todas las prácticas y procesos para entender la ideología y política de las sociedades el el capitalismo tardío. Los estudios culturales necesitan investigar la naturaleza y la función del estado.


  3. El paradigma consumista del capitalismo y las inequidades como la etnicidad, raza, género, sexualidad, religión y localidad que este modelo reproduce, deben ser criticadas por una aproximación basada en la solidaridad. Los estudios culturales califican y contrastan las relaciones de poder, propiedad y producción con las actividades de descripción, aprendizaje, intercambio y experiencias de conservación.
    En este punto cabe resaltar que Williams fue de los primeros en apreciar la importancia de puntos como la 
     región, la nación, creencias religiosas, etc. De ahí que de la bienvenida dentro de los estudios culturales a las llmadas causas sociales como el desarme nuclear, la ecología, la liberación femenina, etc.

  4. El proyecto de los estudios culturales como la producción de conocimiento practicable que ayude a una interacción democrática e interactiva de diversas comunidades.

  5. Por último la importancia de la intención. Los estudios culturales deben enfocarse en hacer de su materia la arena de serios debates de todas las cuestiones vitales que conciernen a todos. La intervención de los estudios culturales es la de "hacer práctica la esperanza en lugar de desesperar convincentemente", para hacer de la revolución cultural un acontecimiento en constante movimiento. En resumen, la crítica de los estudios culturales tiene como objetivo movilizar la voluntad ética y política de cada uno en un organismo de intervención transformativa. Para E. San Juan, esa es la idea clave de los estudios culturales de Williams en su fase madura.