Translate

lunes, 25 de febrero de 2013

Signos tomados por prodigios






"Signos tomados por prodigios"  Homi K. Bhabha:




  1. La gran importancia de la relación lenguaje-realidad.

  2. La enunciación (el discurso), aparte de ser un acto histórico, lleva siempre una intención política.

  3. Dentro de la enunciación, la presencia colonial aparece como original y autoritaria para reproducir su esquema, a la vez que también se presenta como repetición y difrencia, generando un desplazamiento (Entstellung).

    Originalidad y autoridad - repetición y diferencia.

    Hibridez.

  4. El estereotipo es una forma de dominación.

  5. La transparencia discursiva es como un negativo fotográfico: sujeto a reproducción y manipulación (inversión, ampliación, iluminación, recorte, proyección, refracción de luz). Desde el mismo instante de tomar una foto, se hace un proceso de manipulación y/o discriminación, se elije la luz a mostrar.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Un acercamiento a la perspectiva de Consumidor en la propuesta de Raymond Williams



Desde el ámbito del consumidor planteado en la metodología como dilema en la propuesta que Williams aborda en los conceptos de “solidaridad” y “servicio”, donde los conceptos de desaparición de “un desafío entre estas dos culturas, alta y baja, elitista y de masas, en una verdadera sociedad democrática”[1], en el que se plantea la posibilidad de una igualdad de posibilidades y de juicios estéticos hacia la democratización de la cultura, este planteamiento busca realizar un cambio: “el ideal burgués individualista (sube la escalera del éxito) debe cambiar (remover escalera y subir en grupo)”[2]. Si bien es cierto que esta aportación ha sido realizada en gran medida por la cultura obrera durante el siglo XIX, ya que paralelamente el movimiento obrero creaba grandes obras de solidaridad: sindicatos, periódicos, etc. eventos que precisamente nos remiten a visualizar los aspectos que nos sitúan en el entendimiento que fue precisamente esta clase social quien impulsó la creación de una cultura solidaria y social.
Enfocándonos en el consumidor de Williams en Hispanoamérica, consideramos que no hay una gran variación con los consumidores europeos o estadounidenses, es decir que básicamente la academia literaria de corte cultural, la política, la sociológica o la antropológica, es el principal consumidor. No se descartan otros consumidores como por ejemplo los intelectuales o aquellos de tendencia marxista, progresista o de izquierda, pero encontrar este tipo de consumidores fuera de la academia es un tanto difícil. En este sentido, como afirma María Jimena Montaño “para reconstruir el armazón de la recepción no basta con los textos; puesto que la recepción de sistemas de pensamiento o creencias nunca es pasiva, sino que es en el proceso mismo de ‘nacionalización’ y adaptación donde se produce el conocimiento”[3], por ello, entendemos como fundamental visualizar las dinámicas de apropiaciones selectivas que cada grupo social hace del conocimiento y de la información. De aquí que cobren una vital importancia aquellas instancias o sujetos que se han dado a la tarea de difundir y traducir ideas “de fuera” en el ámbito local.
Así mismo María Jimena Montaño afirma que “las revistas intelectuales o culturales, en tanto publicaciones periódicas deliberadamente producidas para generar opiniones dentro del campo intelectual, cumplen un papel clave en la enunciación de discursos y por lo tanto, son un espacio privilegiado para estudiar la articulación de los discursos de un grupo, al constituirse estos como “lugares” desde los cuales los intelectuales producen, debaten y problematizan ideas”[4]; en este sentido, nos resulta un factor importante el estudio de dichas fuentes ya que esto hace posible visualizar los aspectos fundamentales en los ámbitos ideológicos y en las propuestas políticas de determinados grupos intelectuales. Si referimos así mismo que dichos espacios editoriales o fuentes culturales generalmente se convierten en el órgano de expresión que de manera velada expresan una agenda cultural en donde sus contenidos heterogéneos cuentan con un alto grado de impregnación para los discursos y su estudio, esto permite explorar la discusión de los referentes teóricos ahí establecidos.
Sin embargo, el compendio de obras de Williams no se limita a lo académico o a lo cultural, éste es un aspecto no muy conocido, puesto que dentro de sus obras podemos encontrar las novelas Border Country  y The Fight for Manod, por mencionar algunos trabajos más. Aun así es menos conocido por sus obras literarias que por los estudios culturales, a pesar de que su pensamiento cultural se relaciona con sus novelas. A pesar de ellos, el consumidor no sufre un cambio significativo.
El punto central es que el consumidor (académico) de Williams, como de cualquier otro teórico, no es pasivo, pues aplicará sus ideas, las criticará, las divulgará o llegará hasta a refutarlas, esto por medio de artículos, conferencias, libros y toda la producción académica. En el caso de Hispanoamérica se pueden encontrar ejemplos muy concretos, como es el caso de la revista argentina Punto de Vista, creada en 1978 con el ribete de revista de “disidencia cultural”, contra la dictadura militar. Citando a María Jimena Montaña en su artículo La recepción de Raymond Williams en la Revista Punto de Vista: un retorno al sujeto, la historia y la experiencia, se tiene que: La lectura y difusión de Raymond Williams había comenzado a mediados de los años setenta y continuaría en el marco de la dictadura de militar inaugurada en 1976. De tal modo, hasta aproximadamente el 82, los jóvenes provenientes de la izquierda revolucionaria, hicieron una productiva e intensa lectura de Williams, en paralelo con las lecturas de Hoggart, Rama y Cándido[5].
Otro ejemplo de la recepción y el consumo de Williams y la producción a partir de sus ideas, también en Argentina es el libro Para leer a Raymond Williams de María Elisa Cevasco, de este texto Iciar Recalde dice: Concebido inicialmente como Tesis de Libre Docencia en Letras y presentado como uno de los primeros estudios sistemáticos en torno a Williams producido en América Latina, Cevasco se propone trazar en el capítulo inicial de su trabajo el estado de la cuestión de la discusión williamsiana en su ámbito de pertenencia –pocas traducciones y escasa difusión– como punto de partida para exponer el itinerario de la producción crítica y las discusiones suscitadas en torno a la extensa obra de Williams en Inglaterra y Estados Unidos –curiosamente, el ámbito crítico latinoamericano está ausente en su recorrido– desde distintas vertientes teóricas pero, sobre todo, haciendo hincapié en los debates suscitados en el seno mismo de la tradición intelectual en la que Williams se inscribe: el marxismo, donde de acuerdo con la escuela de Frankfort no es la conciencia de los hombres la que determina su comportamiento, sino el comportamiento social lo que determina su conciencia, partiendo de este supuesto los productores elaboran una teoría en la que la literatura se manifiesta como una forma peculiar que adopta la contradicción dialéctica y la lucha de clases. Según la escuela de Frankfurt es en el lugar del arte y la literatura donde puede resistirse con mayor eficacia la dominación de la sociedad totalitaria y sus mecanismos de enajenación e ideologización de los discursos. El marxismo estructuralista sostiene que los individuos no son agentes libres sino portadores de posiciones determinadas por el sistema social, también que las estructuras significantes son históricos, cambiantes y cargados de contradicciones. Desde este principio podemos proponer que el consumidor (cuyo término -consumidor- ya es una posición enajenada) se debe platear a través de la obra el principio esperanzador de liberarse así mismo.
La conclusión de Cevasco en torno a la recepción de Williams puede exponerse sintéticamente: falta de compromiso por parte de la crítica, lecturas sesgadas, tratamientos superficiales, análisis truncos producto de la ortodoxia académica y de cierto dogmatismo de los estudios culturales, olvidos selectivos y apropiaciones indebidas de su legado. Este panorama desolador es de alguna manera el puntapié que legitima la necesidad de volver a leer la producción williamsiana para recolocarla en el espacio de criticidad que le corresponde: en tanto su teoría materialista de la cultura posibilita el análisis de los mecanismos y dispositivos de la dominación cultural y social como espacio de la hegemonía y del poder de clase burgués[6]. Finalmente, como hemos mencionado anteriormente el consumidor de Williams es fundamentalmente académico, además de ser reproducido por su mismo consumidor.




[1] Consultado en http://criticametaliteraria.blogspot.mx/
[2] Consultado en http://criticametaliteraria.blogspot.mx/
[3] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[4] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[5] Consultado en http://ides.org.ar/wp-content/uploads/2012/04/artic31.pdf
[6] En “María Elisa Cevasco, Para leer a Raymond Williams” de Iciar Recalde en el libro “En torno a los estudios culturales” Nellye Richard (editora), versión digital disponible en  http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/numeros/numero-11/6-maria-elisa-cevasco-por-recalde.pdf

viernes, 15 de febrero de 2013

Edward Said y el Orientalismo


En las fuentes consultadas, los autores coinciden en remarcar que Said parte de las ideas de Michel  Foucault, Raymond Williams, Antonio Gramsci y Adorno entre otros. Dentro de sus aportaciones se mencionan las siguientes:

  1. Impulsar las investigaciones sobre las relaciones entre cultura moderna y colonialismo.

  2. Propone una visión del intelectual como apoyo a la libertad de expresión y opinión, con la lucha contra las tendencias fundamentalistas contemporáneas (por ejemplo las raciales, nacionalistas, imperiales, etc.) como eje.

  3. En palabras de José Antonio Figueroa, tomadas del artículo  "EDWARD SAID, LA PERIFERIA Y EL HUMANISMO, o tácticas para trascender el posmodernismo" : Quizás uno de los mayores legados del humanismo de Said,de ese humanismo proveniente de las luchas anticoloniales del siglo veinte, sea el reconocimiento del carácter transitorio de las fijaciones territoriales. A su vez, el reconocimiento de esa transitoriedad quizá permita comprender que los seres humanos –todos, sin excepción– puedan dudar legítimamente de las adscripciones a un territorio o a una tradición. Quizá permita imaginar la legitimación del carácter nomádico de los hombres modernos y desmontar las fronteras territoriales y culturales que fijan los límites de las migraciones posmodernas.

  4. Creo que otra de las aportaciones es la del concepto de "Mundanidad", que entiendo consiste en dejar de ver al texto como un objeto aislado y contextualizarlo política, histórica y socialmente, pues finalmente es producto de esas circunstancias.
Dentro de la visión de Said se encuentran varios conceptos, de los más importantes Kamal Cumsille en  "Orientalismo, Cultura e Imperialismo" ofrece una versión muy sintética: 

La relación entre Orientalismo, Cultura e Imperialismo, la podemos explicar de la siguiente forma. Tenemos un discurso, el Orientalismo, que crea una imagen sobre Oriente, que fija los límites de lo verdadero en cuanto a lo que se diga, se escriba o se piense sobre Oriente. Este discurso se encuentra presente en la mayoría de los textos eruditos y clásicos de la cultura europea moderna, los cuales han pasado a la historia -para los europeos y para nosotros- con su valor de obra trascendente, como parte de lo mejor de la cultura europea, y desligados de su cotidianeidad, cual era, el imperialismo. Estos textos eruditos han sido creados por –y a la vez han recreado el discurso hegemónico del Orientalismo, marcado por el estereotipo de la imagen occidental creada sobre Oriente. Sin embargo, en la medida en que éstos son considerados como obras que trascienden su época y son desenmarcados de su mundanidad, las afirmaciones de contenido orientalista son, casi siempre, aceptadas sin cuestionamiento alguno del porqué en determinada época tal autor dijo cuál cosa. Este tratamiento de los textos repercute en las relaciones de dominación entre una cultura y otra, puesto que el estereotipo permanece vigente, siendo el que, a fin de cuentas, da pie para justificar tal dominación. En referencia a esto, es que Homi Bhabha identificará a la fijeza como construcción ideológica de la otredad, y al estereotipo como estrategia discursiva mayor del colonialismo. “Un rasgo importante del discurso colonial es su dependencia del concepto de «fijeza» en la construcción ideológica de la otredad. La fijeza, como signo de la diferencia cultural/histórica/racial en el discurso del colonialismo, es un modo paradójico de representación: connota rigidez y un orden inmutable así como desorden, degeneración y repetición demónica. Del mismo modo el estereotipo, que es su estrategia discursiva mayor, es una forma de conocimiento e identificación que vacila entre lo que siempre está en su lugar, ya conocido, y algo que debe ser repetido ansiosamente…” [14].

Para quien quiera profundizar en el tema dejo los siguientes enlaces de artículos y evidentemente de los textos canónicos de Said.


 Y si alguien quiere un video algo extenso pues aquí les dejo Memory, inequality, and power: Palestine and the Universality of Human Rights, una conferencia de Said en Berkeley, el año de 2003, año en el que fallece.



Fuentes: 

Claudia Zapata Silva "Edward Said y la otredad cultural" http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-04622008000200005&script=sci_arttext

Kamal Cumsille "Orientalismo, Cultura e Imperialismo. (En torno a Edward W. Said)" http://www.hojaderuta.org/ver_articulos.php?id_texto=76&id_revista=13

José Antonio Figueroa "EDWARD SAID, LA PERIFERIA Y EL HUMANISMO, o tácticas para trascender el posmodernismo" http://www.flacso.org.ec/docs/figueroa18.pdf


Fernández Buey, F. “La contribución de Edward Said a una tipología cultural del imperialismo”  http://www.upf.edu/materials/fhuma/filpol/docs/tema1/txt/said.pdf


Por si quieren los textos de Said:



martes, 12 de febrero de 2013

Cultura y sociedad


Las siguientes consideraciones están basadas en la conclusión del texto Cultura y sociedad 1780-1959 De Coleridge a Orwell escrito por Raymond Williams. Algunos conceptos no fueron desarrollados al interior de los puntos pues a mi parecer, están presentes sintéticamente o aludidos.

La conclusión de Williams es encaminar los esfuerzos hacia el desarrollo de una cultura común, antes de explicarla es necesario abordar ciertas consideraciones, que a continuación enumero:

  1. La conservación o eliminación de tradiciones sin antes repensarlas de un modo práctico, citando a Williams: Lo que recibimos de la tradición es un conjunto de significados, pero no todos ellos conservarán su significación si, como es preciso que lo hagamos, los devolvemos a la experiencia inmediata. (246)
  2. Uno de estos significados es el de "masa", aplicado en general con un sentido peyorativo, para designar un grupo de personas manipulables, de mal gusto e inconstantes.  Ciertamente la "masa" es un ser indefinido que nunca engloba al observador o el pensador, que siempre se excluye de la masa, siendo que no hay masas, sino formas de ver la gente como tales y a la vez todos somos masa. 
  3. Del concepto anterior se desprende el de la comunicación masiva, la cual para Williams sería más apropiado llamar transmisión múltiple pues no se da una respuesta en esa comunicación, es más bien un discurso unilateral. A menudo este discurso obedece a agencias con intenciones particulares que no son reguladas en comunidad, o en palabras de Williams: Cualquier negación práctica del vínculo entre convicción y comunicación, entre experiencia y expresión, es moralmente nociva tanto para el individuo como para el lenguaje común. (251)
    De esta manera se relaciona también la creación de una cultura popular por medio de los medios masivos de comunicación. Pero también está la intolerancia o el deseo de hacer prevalecer una norma frente a la masa, es decir, de dividir.
  4. Un punto importante es el de la igualdad de ser y la desigualdad necesaria en distintos aspectos para una vida dinámica y saludable. Entender esta idea es la base de una cultura común y sobre todo de la solidaridad.como fundamento real de una sociedad.
  5. Por último el desarrollo de la solidaridad para la sociedad presenta dificultades, por ejemplo el alcanzar diversidad sin generar separación
A grandes rasgos Williams apunta a la diversidad y la democracia con miras al desarrollo o crecimiento natural de una sociedad y su cuidado.

martes, 5 de febrero de 2013

Contribuciones de Raymond Williams

Las siguientes líneas están basadas en el artículo Raymond Williams and the Idea of  Cultural Revolution publicado por E. San Juan, disponible para su consulta en http://www.jstor.org/stable/25112456 




  1. La idea de cultura como un conjunto de procesos y prácticas sociales, fundamentadas en las relaciones sociales materiales -economía, política, cultura y el dominio de la reproducción social- siendo este el principio o paradigma de cualquier acercamiento progresivo.
    De hecho una de las definiciones de cultura, además de como una constelación de actividades es la de la cultura como un sistema significante a través del cual un orden es comunicado, reproducido, experimentado y explorado.
    Además se enfatiza la presencia del observador como punto de referencia en la mirada crítica, concentrándose en la organización de las relaciones al interior de la cultura.
    Por otro lado y para finalizar este punto en el cual me estoy extendiendo es que Williams define dos usos de la experiencia: primero, la experiencia previa como lecciones reflexionadas, analizadas y evaluadas; segundo, la experiencia presente como fondo inmediato y auténtico para todo razonamiento y análisis. De esta manera contrapone dos nociones de “experiencia”, una asociada con la experimentación y la innovación, con un conocimiento pleno y activo, la otra noción, con la cual contrasta es la de la “experiencia” como producto de las condiciones sociales o sistemas de creencia y percepción que necesitan ser sometidos a prueba.


  2. La historización o mejor dicho la contextualización histórica de todas las prácticas y procesos para entender la ideología y política de las sociedades el el capitalismo tardío. Los estudios culturales necesitan investigar la naturaleza y la función del estado.


  3. El paradigma consumista del capitalismo y las inequidades como la etnicidad, raza, género, sexualidad, religión y localidad que este modelo reproduce, deben ser criticadas por una aproximación basada en la solidaridad. Los estudios culturales califican y contrastan las relaciones de poder, propiedad y producción con las actividades de descripción, aprendizaje, intercambio y experiencias de conservación.
    En este punto cabe resaltar que Williams fue de los primeros en apreciar la importancia de puntos como la 
     región, la nación, creencias religiosas, etc. De ahí que de la bienvenida dentro de los estudios culturales a las llmadas causas sociales como el desarme nuclear, la ecología, la liberación femenina, etc.

  4. El proyecto de los estudios culturales como la producción de conocimiento practicable que ayude a una interacción democrática e interactiva de diversas comunidades.

  5. Por último la importancia de la intención. Los estudios culturales deben enfocarse en hacer de su materia la arena de serios debates de todas las cuestiones vitales que conciernen a todos. La intervención de los estudios culturales es la de "hacer práctica la esperanza en lugar de desesperar convincentemente", para hacer de la revolución cultural un acontecimiento en constante movimiento. En resumen, la crítica de los estudios culturales tiene como objetivo movilizar la voluntad ética y política de cada uno en un organismo de intervención transformativa. Para E. San Juan, esa es la idea clave de los estudios culturales de Williams en su fase madura.